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  • EsmeraldaRicardi

Terapia descongestiva compleja y linfedema.

Actualizado: 28 oct 2021


En el blog anterior comenzamos a hablar de como la radioterapia puede generar linfedema, un problema importante en los pacientes con cáncer. Aunque el linfedema no es exclusivo en aquellos que reciben radioterapia, es muy común entre pacientes que se someten también a tratamiento quirúrgico, parte de la técnica de retirar el tejido tumoral es retirar algunas secciones de ganglios linfáticos aledaños al tumor o afectados por tejido tumoral, es decir, con metástasis, esta disección interrumpe el flujo normal de la linfa, así mismo el liquido linfático se acumula en las regiones declives afectadas, causando aumento de volumen que impide el funcionamiento normal, causando dolor, incomodidad o lesiones en los tejidos que aumentan el riesgo de infecciones.


Dado a que no es posible predecir quien desarrollará linfedema después de cualquier tratamiento de cáncer, tampoco es posible prevenirlo pero es posible disminuir considerablemente el riesgo a padecerlo, por lo que es muy relevante que todo paciente con cáncer que reciba un tratamiento oncológico sea valorado dentro de un equipo multidisciplinario que cuente con fisioterapeutas especializados en oncología, pues las valoraciones iniciales, durante y después del manejo terapéutico son circunstanciales para determinar el abordaje de fisioterapia y rehabilitación pertinente que controlará la aparición del linfedema y reducirá los riesgos de complicaciones relacionadas a esta.


La terapia descongestiva compleja es el principal tratamiento del linfedema, se originó en Europa y Australia pero en la actualidad es muy usada en Estados Unidos y Latinoamérica, pues es altamente eficaz en el control de los síntomas de dolor e inflamación relacionados a linfedema, así como de la fibrosis a largo plazo.

Esta técnica se fundamenta en los siguientes pilares:

  • Drenaje linfático manual: implica estiramiento ligero de la piel para estimular el sistema linfático.

  • Compresión: vendaje en capas de diferente elasticidad y tejido, prendas ajustadas de manera especial en el área afectada para controlar la inflamación.

  • Ejercicios: rutinas especiales de actividad física que promueven el flujo de la linfa fuera del área dónde se encuentra el acumulo de la misma.

  • Cuidado de la piel: busca mantener limpia e hidratada la piel de las zonas afectadas para evitar infecciones relacionadas a linfedema.

  • Autocuidado: promover en el paciente la educación sobre su padecimiento para controlar en lo posible el linfedema en casa y prevenir complicaciones.


El esquema terapéutico de técnica consiste en dos fases:

  • Fase reductora: en esta primera fase el objetivo es reducir en lo posible el volumen de linfa acumulada, aunque cada plan de tratamiento es personalizado, esta fase puede durar entre 3 y 8 semanas, con una frecuencia de sesiones de 5 días por semana, incluyendo educación del paciente para realizar el vendaje de compresión o la colocación de prendas compresivas. El fisioterapeuta evaluará en cada sesión la reducción de la inflamación y la mejoría de los síntomas acompañantes, para poder tomar una decisión sobre continuar o avanzar a la siguiente fase.

  • Fase mantenimiento: fase personalizada que tiene el principal objetivo de mantener los resultados obtenidos al final de la fase reductora, a través de educación al paciente sobre las medidas de cuidados personales como son:

-Proteger las partes de cuerpo afectadas, evitando cortes, lesiones, uso excesivo, temperaturas extremas o situaciones que pueden exacerbar el linfedema.

-Identificar los síntomas iniciales de infección.

-Seguir un plan de ejercicios y disminución de grasas en la alimentación.


Al igual que instruir en el uso de prendas compresivas o vendajes.


En un pequeño estudio clínico realizado en 2019 en el Servicio de Rehabilitación, Hospital Marítimo de Oza, Complexo Hospitalario Universitario A Coruña, A Coruña, España, se obtuvo que en pacientes con grados iniciales de linfedema secundario a tratamiento por cáncer de mama, que la media inicial de porcentaje de exceso de volumen fue de 11,76%, después del tratamiento de 8,77%y en la revisión médica de 7,57%. Además el porcentaje de exceso de volumen se redujo en 22 participantes después del tratamiento (81,50%). Finalmente el porcentaje de reducción de exceso de volumen después del tratamiento fue 28,15% y 44,79% en la revisión médica.


Nuestra experiencia en estas técnicas, trabajando con equipos multidisciplinarios enfocados en el cuidado del paciente oncológico, nos ha dado la satisfacción de ayudarlos y cuidar de su salud. En los próximos blogs detallaremos más sobre temas relacionados, por lo que te invitamos a comentar tus dudas u opiniones sobre nuestro blog y seguirnos en nuestras redes sociales:


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